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Cuando se trata de nuestra salud, los alimentos que ingerimos son uno de los factores más importantes.
Una dieta basada en plantas es aquella que se basa en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. Se suele recomendar a las personas que quieren mejorar su salud, perder peso o prevenir enfermedades crónicas.
Reducen el riesgo a contraer enfermedades.
Para empezar, las dietas basadas en plantas son ricas en fibra y bajas en sodio, grasas saturadas y colesterol, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes tipo 2.
Las dietas basadas en plantas también tienen un alto contenido en antioxidantes, que pueden ayudar a proteger contra el cáncer y otras enfermedades.
También son ricas en vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para la salud.
Y, por último, las dietas vegetales son respetuosas con el medio ambiente, ya que requieren menos tierra, agua y energía para su producción que las dietas basadas en la carne.
Hay muchas razones para adoptar una dieta basada en plantas, y una de las más importantes es el impacto positivo que tiene en el medio ambiente. La producción de carne es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, y el sector ganadero es también una de las principales causas de deforestación, contaminación del agua y degradación de la tierra.
Cambiar a una dieta vegetariana o vegana puede ayudar a reducir tu huella de carbono y a preservar los preciosos recursos de nuestro planeta.
Así que si buscas formas de ayudar al planeta y mejorar tu salud, considera adoptar una dieta basada en plantas. Te harás un gran favor a ti mismo y al planeta.
